me enseñaron un libro de calles
de su historia histriónica
y luego los grandes perros saltaron
qué serenidad de alfiler en esta
carne de níspero
y no emerge ni malograda sed
es aquel resuello la fortaleza
caída del ánimo
los mapas esconden -de incógnito-
los radiografiados paraderos
de tantos huesos que rodeamos
los renacimientos siempre son buenos :)
ResponderEliminarpues te enlazo de nuevo... salud y suerte!
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