jueves, 28 de abril de 2011
abono vacante
No, no hay nada que hacer,
los robles ya han cuajado
de yemas los ojos de quien al cielo
mira.
Las heladas pasaron
con su ristra de victorias
migración de carcajadas
y para ti el chiste es un aliño
de ketchup en la espetera del hombre
gordo, apolillado de notas altas,
alcanfor, nitrógeno líquido,
no el desocupado despeñadero
del misterio natural
del natural misterio
que te ocupa como quien busca
minúsculas orquídeas en el bancal
o entre la broza con la falsa
perspicacia del diamantista.
No, no hay nada que hacer
la vida obedece sin tu sustrato.
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Yo también niña roja!
ResponderEliminarKike
Querida Nares:
ResponderEliminarEs un placer inaugurar tu nueva casa, todavía con olor a pintura reciente, pero plena de poesía, de buena poesía; lo he comprobado dándome una vuelta por ella.
Este poema me parece muy derrotista, ¡ya lo creo que hay que hacer, y mucho para poner patas arriba este podrido mundo! Mi generación luchó por la libertad, sé que la libertad no era esto, pero no podemos dejarnos arrastrar por el desánimo y dejarles el terreno abonado. Se ganan y pierden pequeñas batallas, pero acabaremos ganando la guerra. Tú, que tienes todo el futuro por delante, lo verás, y si no te rindes lo verán tus hijos.
El silencio del paraíso es muy bello, pero el que más me gusta e identifico con tu rebeldía es el primero. Ahí está Nares de cuerpo entero.
Besos, niña bonita.
Elvira