De haber estado alguna vez en una montaña de niebla ahora no sospecharía que el aire no es del todo saludable. Hago malabarismos con el no entender y la realidad como si fueran la misma pelota que se repite en las manos según se mueven solas, por la inercia aprendida. No entender, no entender, no entender... hasta que la palabra queda sin su significado, huérfana de hambre y de alimento. A veces el silencio es como decir levemente que quiero volver a estar entre las sábanas que abren tu terraza, tu terraza grande por la mañana cuando las preguntas y el mundo aún tienen demasiado sueño y no nos aniquilan con su fuerza de perro de presa. No me resulta verosímil el buen trato, la compañía hospitalaria, el alunizaje de tus besos. La costumbre es un sicario que hace muy despacio su trabajo. Algo me dice que si espero un poco más volveran las hebras de cardo a enredarse entre los dientes.
n.m.
Algo me dice que si espero un poco más volverán las hebras de cardo a enredarse entre los dientes...¡Brillante!
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