Casi contando los sorbos escupo
toda la infancia a las afueras,
libre de mi pecho y gritando:
Chicharras en verano!
Tan sabido va el discurso de leche
que atraganto los dientes a su paso.
Quiero dejar vacía la nevera,
echarlo todo, echarlo en vano, frío
está el calor de mi regazo,
santo como heridas en las manos.
n.m.
tu poesía es original y deslumbrante. llevo un buen rato leyéndote. uno de esos encuentros tan fortuitos como infrecuentes... y afortunados.
ResponderEliminarun placer y un saludo, sincero.