Hace sol como tantos días pero no como los otros. He abierto la ventana, desde donde estoy el mamotreto que sostiene el ordenador cansado no me deja ver nada más que por un resquicio ese enredo de sol en la mejilla derecha y ramas flotando con yemas que apuntan que hay días que soy un número redondo, como la parada urgente del café, como la espera de tu sombra en la dársena, como el olor que se escurre en el invierno y nos murmulla: primavera, primavera, priiimaaaveeeraaa!
n.m.
coincido, hoy huele a primavera!
ResponderEliminarSi, aqui en Miami siempre hay primavera, coincido contigo, hoy huele a luz y primavera. Me encanta como escribes.
ResponderEliminar