sábado, 7 de enero de 2012

La trampa capicua

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho
Ángel González


La nostalgia métrica que por pura inercia. Las fiestas patronales de los martes. Reencontrar los grupos crecidos y criados. La pecera. La fallecida manbread's daugther. Coordina como puedas. Conocer a la niebla marinera en pleno centro de Madrid y abrazarla. Nace una estrella (del rock). Despropósito en la habitación 523. Ilusa ilusión de invasores alienígenas. Caperucita en Malatesta. Paseos en motoso por Madrid. Cigarros en la cocina marcando el verso. Psicomaga ríe en la habitación de al lado. Haciendo de anfitriona llegan todas las demás y es el comienzo. La flaca avisa: verás la bala en su cabeza. Pío pinta. Nada que no pueda soportar. Enreversados. Todas las camisas que puede llevar puestas un miércoles cualquiera. Taxis que llevan al desnudo ecléctico, además la lluvia y las patitas de metal. La Lou y Syl, mucho más que dos. Inaugura subida al tacón. LVRed. Los lobos no se lloran, nos graban en la memoria. Desayunar un perrito en el Nebraska, una lámina de "No pasarán", un cachorro de velocirraptor. Dos golpes de un plumazo y por sorpresa. Aguanieve en los tanatorios de la periferia. Sin tregua como si todo lo que empieza fuera a estallar tarde o temprano. Fotógrafa final. Tus gafas, tu gorra, tu sonrisa, toda esa congoja y el último abrazo en la calle Libertad. El diluvio que te lloramos cuando te llevó a la ciudad definitiva. Y luego un sol irónico como si nos mandaras un guiño, una última postal de ti, los tuyos. Despedida y cierre. Recordarte ya todos los días como si no. Como si más cerca. Incluso. Aún. Alfileres en los nísperos. Sacar los pies de la pecera. Y menos mal que llega Positiva a salvarme. Expo erotico-voltáica. Mendigar cañas como poeta loco. Alberto Pérez  si bu dí bu da bada ba dá bada baa pitu pi turru cum. Segunda presentación y homenaje, renegada. 15M oteando en el meollo. El órdago de la flaca. Susto. Diagnóstico: mandarina cerebral. Hospital segundo domicilio. Incertidumbre. Madrid despierta sin que algunos puedan verlo. Escapar de noche tras la hora de visita al grito de silencio. Gintonics con el Ruso. Ritos fraternos con zapatos a juego. Miedo a la orfandad adulta y a la lluvia que todo se lo lleva. Cirugía de nubes y claros. El sol siempre es la esperanza. Y ya es junio recuperándose lentamente. Poetrastos en papel. Un banco frente a una iglesia, los tres sentados, los chupachups. Las amigas que ponen todo de su parte para que estés espectacular partiendo de nada de donde sacar. El bodorrio pardo. Ser tía en enero. Con una pájara linda en una azotea con piscina y soñar en voz alta a los tejados. Todo es lento. Arte postal. Los vidrios del cadalso, la primera vez como cristales que suenan colgados en la playa. La segunda vez y sus pompas, sus aullidos, su quemar lento siete veces arriba, sus granos de café en los jardines de palacio. Cogollitos en Los Austrias. Cine en Casalac. Clamores de poetrastos. Inicios de crítica feroz. Desviar todas las rotondas. Cumpleaños de superhéroes: las conchas, las capas, las risas, las pistolas, los abrazos, los duelos, el agua. Abrazárboles en el Jardín Botánico. Paseos y sesiones de fotos. Asambleas y manifestaciones. Correr delante de los de azul. Las agallas. Las rutas puerta a puerta. Último reducto montero donde refugiarse. El mural y casasueños. La Ruvia, la pelirroja y la entreverá. La ansiedad, los llantos, los cambios repentinos de personalidad. El constante pulular entre la realidad y la demencia. Moléstenla solo para darle de comer. Comidas de marqueses con Pepe. El Inverso su gente y la chica del un, dos, tres. Gafapastas. La tienda de cuentos infantiles. Trabajar para el lado oscuro. Besos this is the end, darte una canción como un libro, una palabra, una guerrilla... como si diera el amor. Manifestarse no por casualidad. Caer en la cuenta que quizá fuiste tú durante tanto tiempo y se pasó, se nos pasó. Perfilar "Para enfrentar batallas que me alejen". Miércolesdecine. Los salones de té. Viaje de vinilos, delicatessen, pasear el otoño por donde los castillos y los toros, las fotografías, la catana, arco y flechas, musgo, quereres de animales de chimenea. Poeta invitada. Los gineceos. Las tertulias a tres. Reconciliarme con la habitación 523. Inerte de Dardem. Las vistillas desde una demente ventana. Y volver siempre donde los lobos aúllan a recuperarse, a languidecerse de puros juncos que se doblan sin romperse. Peligroso asomarse al interior del templo del gato. Amanecer en "La habitación de las mujeres". Fumando a medias con Cifuentes, Terán y Rosenthal. Chocolatada de invierno. Showroom de In-puntadas y ponerme todos los sombreros. Tu invitación a Londres y zapatos rojos para terminar el año.



n.m.


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