domingo, 23 de diciembre de 2012

el trato violento

¿En qué momento aceptamos
cual fue el escenario,
el territorio, la pradera.
Dónde nuestras rodillas
resistieron más que los pies.
Con qué falta de argumentos,
con qué dócil generosidad,
con qué liviana rebeldía.
Con qué vanidad soberbia,
con qué moral... seguimos aceptando
en la cotidiana libertad
el trato violento?

n.m.



nota meteorológica (para turistas)

Coloque bien los dibujos de esta cáscara,
alinee las junturas para no crear
goteras al vecino,
el correo en el buzón de entrada,
los cantos junto a los pájaros
que rondan las bicicletas y sus timbres.
Tengo un paragüero para los sarcasmos
y una caseta de perro para detectar hipocresía,
un lugar-bosque al que no aconsejo entrar solo
y una temible propensión a la discusión
que guardo en el armario de los trastos.
Tan bien coloco mis cosas que tengo un cajón para deudas
y un silbato pequeño, por si atacan.
En el armario de disfraces hay una fiesta veneciana
y suenan gaitas y tangos en otras cercanías.
Hace viento, a veces hace viento


n.m.




jueves, 6 de diciembre de 2012

affaire

Estábamos juntos.
Recuerdo que me hiciste amanecer
el hambre en los pezones
como una enfermedad
que te debilita tibia
y a ti se te venía el deseo en oleadas.
Luego un gran hueco de silencio
iba lacerándonos los oídos
y el rebotar de la confianza en las paredes
era como un juego absurdo
donde todos los niños pierden
y se pasa la hora de la merienda
con arena hasta las cejas.
Acabábamos exhaustos de lo no dicho.
Estábamos juntos,
nos recorríamos el cuerpo y nunca
supimos nuestro nombre.


Solíamos ir en primavera
a someter la saciedad,
casi milagrosa para los demás,
dentro de una larga huída contra el caos,
proclamando mundos circulares,
peripecias convencionalmente deliciosas,
y cerrábamos los ojos polvorientos
a todo tipo de especulaciones
sin dejar huella,
ninguna correspondencia
que nos delatara,
de lo que se creía que éramos.
Fuimos, pues, brillos inexistentes,
enloquecidas ventiscas en bolas de cristal,
arqueológicas florecillas
que arrancaban los mechones de la memoria,
de las tinieblas.


Aquel viaje seguía inevitablemente
en un laberinto preñado de breñas
al que nos lanzábamos como el deslizarse
de las balsas, como el bravo quejido
de una aventura alegre y mentirosa,
acodados en las alturas,
constelados en el asombro que clama desde abajo,
desde las profundidades fértiles y oscuras.
La mansedumbre inmóvil del paisaje,
el no percibirse dentro,
siempre nos despertaba.


Algo había absorbido ya
con difícil naturalidad
la conciencia singular que nos unía.
un arrebatamiento jubiloso
de la voluntad, del intelecto,
se originó infalible y brutal,
como una espada al rojo
que continuaba nuestras cicatrices,
las que nunca se dijeron
a fin de resguardar lo sensible,
las reliquias maniáticas de la locura.
Quedaron nuestros cuerpos
como vasijas vacías
a las que ya no parecía posible
mirar con lupa.


n.m.


miércoles, 5 de diciembre de 2012

hay que socializar


Este sábado toca socializar, después de tanto tiempo sin recitar, huyendo de la posibilidad, haciéndome la dura, la crítica, la poetasamí? Ja!... sucumbo. Y es que la cabra siempre tira al monte, aunque no tenga papel nuevo que pastar.
Será en los Diablos Azules (c/ Apodaca 6) Metro Tribunal. 20:30h.
Si os apetce allí estaremos: Rebeca Álvarez Casal del Rey, Jesús Malia, María Solís y una servidora.
Sean ustedes bienvenidos.




domingo, 25 de noviembre de 2012

De tales mitos tales realidades.

Alcmena fue engañada y violada por Zeus, su marido Anfitrión al enterarse quiso quemarla viva.
Álope fue violada por Poseidón, por vergüenza abandonó al hijo engendrado por aquella violación y como castigo la condenaron a morir enterrada viva.
El marido de Altea cedió sus favores al dios Dionisio a cambio de una vid.
Anfítrite fue casada contra su voluntad con Poseidón
Antíope fué acosada por Zeus a causa de su belleza.
Arteusa fue transformada en fuente para evitar el acoso del dios-río Alfeo.
Asteria se convierte en codorniz y después en isla rocosa para escapar del acoso de Zeus.
A Auge, obligada por su padre a una castidad perpétua, Heracles la viola estando borracho.
Britomantis se acaba tirando por un acantilado por la persecución y el acoso de Minos.
Calisto fue violada y engañada por Zeus disfrazado de Apolo.
Carna fue violada por el dios Jano que, como compensación, le ofreció el poder sobre los goznes de las puertas.
Apolo se enamora de Casandra y le otorga el don de la profecía para ganarse sus favores, al ser rechazado por ésta le castiga a que nunca se tenga en cuenta su don.
Castalia perseguida y acosada por Apolo acabó por arrojarse a una fuente que adoptó su nombre.
Cirene fue raptada por Apolo.
Dafne fue perseguida y acosada por Apolo, para salvarse se convirtió en laurel, símbolo que luego él utilizó para su gloria.
Dánae, encerrada por su propio padre ante el temor de una profecía, fué "seducida" por Zeus transformado en lluvia dorada, engendrando después a su hijo Perseo. Su padre, Acrisio, encolerizado encerró a Dánae y al bebé en un cofre y lo tiró al mar. El cofre embarrancó en la isla de Séfiros cuyo rey intentó abusar de la joven que había recogido.
Deidamía fue violada por Aquiles.
Deyanira fue raptada por el centeuro Neso, quien intentó violarla.
Dríope fue violada por Apolo convertido en serpiente para tal fin.
Egina fue raptada por Zeus.
Electra, hija de atlas y Pléyone, se escondió tras la estatua del Paladión huyendo del acoso de Zeus, cuando esté consiguió por fin su propósito tiró desde los cielos encolerizado la estatua.
El pastor Aristeo quiso violar a Eurídice. En su huída, Eurídice fue mordida por una víbora en el pie y murió.
Europa también fue raptada por Zeus.
Febe e Hilaria fueron raptadas por los Dioscuros.
Fílira se transformó en yegua para huir del acoso de Cronos que a su vez se transformó en caballo para poder así alcanzarla.
Filomela fue obligada a acceder a los deseos de su cuñado, el cual había encerrado a su propia esposa y había anunciado su muerte para este propósito. Cuando Filomela supo la verdad, su cuñado hizo que le cortasen la lengua. Finamente fue perseguida por Terseo y transformada en golondrina.
Muchos fueron los héroes que quisieron poseer a Helena por su gran belleza. Teseo se la llevó por la fuerza al Ática y la desposó antes de bajar a los infiernos, después fue liberada y dada en matrimonio a Menelao y Paris la raptó con su "semiconsentimiento" y se armó la que se armó.
Zeus en una ocasión encadenó a su esposa Hera por el cabello a un anillo colgado de las nubes y la dejó atada de pies y manos.
El padre de Iole prometió a Heracles concederle a su hija si éste le ganaba un concurso de tiro con arco. Heracles ganó pero el padre de Iole se desdijo de su promesa. Para poder apoderarse de la joven Heracles mató al padre y a los hermanos, horrorizada por lo sucedido Iole quiso suicidarse.
Zeus también engañó y se ganó los favores de Leda al aproximarse a ella con forma de cisne.
Lotis fue una ninfa perseguida repetidamente por el dios Príapo, finalmente se transformó en loto.
Heracles, preso de la locura, degolló a su mujer, Megara, y a sus hijos.
Zeus de comió viva a su primera esposa, Metis, por temor a que concibiera un hijo que le destronara.
Némesis fue perseguida por Zeus y adoptó todo tipo de apariencias para rehuirle.
Oritia fue raptada por Bóreas y transporatada a Tracia, donde concibió a los hijos de éste.
El Rey Minos intentó violar a Peribea.
Hades rapto a su sobrina Perséfone y la hizo su mujer.
Orión perseguía a la pléyades y a su madre Pléyone que finalmente fueron transformadas en estrellas.
La sombra de Aquiles pidió a los griegos que sacrificaran a su prometida, Polixena, sobre su tumba. Su propio hijo cumplió la orden para aplacar los manes atormentados de Aquiles.
Siringa era una ninfa perseguida por Pan que para huir se arrojó a las aguas del Ladón donde se tranformó en caña en el mismo momento en el que el dios iba a alcanzarla, a fin de conservar su recuerdo el dios cortó la caña y fabricó con ella una flauta que después depositó en una caverna donde se encerraría a doncellas para pobrar su virginidad.
Tetis fue perseguida por Peleo hasta que consiguió casarse con la nereida.
Poseidón adoptó la forma de un río para "seducir" a Tiro, así mismo su tío Sísifo violó a Tiro que tuvo 2 hijos, a los que mató, de esta unión.
A las vestales se las enterraba vivas.


Diccionario de mitología griega y romana. Referencias Larousse.

lunes, 12 de noviembre de 2012

¿Cúal era la cuestión?

Cada día mueren nuevos fantasmas
y la sombra alargada de un dios que nos alumbra
limita el camino, campo a través,
que es la vida.
Sean entonces necesarios
como necesario es destruirlos.
Hágase la luz de la existencia opaca,
saturémonos de ignorancias y preguntas.

¿Qué colma este ser?

n.m.

martes, 25 de septiembre de 2012

guardar las apariencias

No quiero decir nada
que te duela debajo de las uñas,
que se agarre al umbral de tu esternón
como a un columpio roto,
o que rasgue
tus yemas de papel albal.
No quiero decir
que ya no somos aquellas
espirales, que fecundas lanzaban
aves ciegas a la multitud nublada,
ni que ahora los abrazos huyen
por falta de aleluyas.
Nada quiero
en nuestras roturas crujidoras,
en la invisible muchedumbre
que nos separa prietas
de tanto verso
y vernos como fruto prohibido,
inmarchitable.
Quiero no decir
envidia en un poema
-extática guarida de disfraces-,
ni qué hostil inocencia,
qué lengua leñosa contiene
nuestros muertos, nuestras palabras
como astillas.

No. Nada.



n.m.



sábado, 22 de septiembre de 2012

he perdido la cuenta de los días... vámonos de aquí



Te propongo una excursión.
Escapémonos, donde sea.
El sol nos podrá seguir,
nos acariaciará la nuca,
sostendrá nuestros párpados
con sus alfileres luminosos y
no tendremos que hablar
no tendremos que hablar
no hará falta hablar.

n.m.




domingo, 5 de agosto de 2012

Día 33



Estoy en mí ocupándome toda
estándome tan sola
traspasada de ti
de tu avaricia por mi cuerpo
de tu desdén magnificado.
Estoy ocupándome sola
bailada de aire
como enseñando a querer
sin darme cuenta,
gritando espectros para diluirlos.
Resguardándome por permeable
de la lluvia ebria, de otro engaño mitológico.


n.m.




Día 32



tengo una voz en los huesos
fecunda y grave
como de haber nacido de ella
la oigo espesa recorriéndome
es un hilo brillante allá en la médula
como cosquillas de medusas esponjosas
nadándome en la carne del tiempo.
algo que es un sol sin luz
me muestra las todas que soy,
las tantas nadas, los azucarillos, las figuras geométricas
en las vidrieras perennes y ese otro lugar
donde nadie nos colocó.


n.m.




Día 31


si tu salud mental permite
que te quedes aún más tiempo

D. Montoto

yo creo que el movimiento
es multidireccional,
y como tal no existe avance
o retroceso en el movimiento en sí.
eso tan solo es la percepción del prisma
del lugar donde te colocas
donde te da el aire del este
donde bajas las persianas a medio sol
y también donde inmóvil, donde acuario,
donde símbolos y fotografías,
algo subjetivo.
es necesario que existan los otros,
los otros prismas
Los otros para que haya movimiento
y que tú, otro tú, los otros tús,
tengáis la sensación de avance o retroceso
y entonces el espacio, el multi verso,
la poesía.

n.m.

viernes, 6 de julio de 2012

Día 30

El espacio es este humo venenoso que me envuelve, otra razón invisible de partículas donde preguntar porqué. Quien niega mi nombre y cierra las puertas, como un enemigo, me seduce y yo lo busco con una fuerza sobrehumana. ¿Tan atronador es el paso de mis talones furiosos y rajados, el emblema dorado que ciega tus ojos a mi pecho? El aire, que sostiene oxidando, nos conduce hacia el geriátrico del tiempo donde no habrá flores en jarrones de cristal o porcelana, solo las sábanas blancas de otra soledad, la angustia del recuerdo, un suspiro de hielo, un letargo profundo como de antorcha que espera. El espacio es la resistencia a la que someternos, una nostalgia coagulada sobre un lienzo, la misericordia de la vida sobre la materia.

n.m.




jueves, 5 de julio de 2012

Día 29

si hubiera un lenguaje
que no rebotara en las paredes
que no engrandeciera monosílabos
que soportara tu piel
si existiera la manera en que
nos avisáramos del encierro
nos reuniéramos en círculos
nos miráramos las manos
y si en el abrazo hay cada vez más espacio
y si en la compañía solo ordenadores
y el calendario te avisa de la próxima sonrisa
y el teléfono nueva mascota de diseño
si hubiera un lenguaje
un estilo una construcción
un nuevo espejo donde mirarnos
quizá no seguiríamos viendo
nuestra imagen repetida
como un eco más débil
como una señal que se pierde
en la distancia
generación tras generación.
Partos de clones
a imagen y semejanza de qué.




n.m.





domingo, 24 de junio de 2012

Día 28




Estas son nuestras mujeres,
nuestro lujo matutino,
estas son las que agradecen,
las bondadosas, las que esperan,
estas son nuestras Penélopes,
fuertes hasta la locura,
con la vista siempre puesta en la recompensa,
en el premio invisible.
Estas son las hijas, las nietas de Eva,
las venusinas, las vestales, las ninfas trotadoras.
Éstas de espacio reducido y hambre insaciable.
Éstas de corazón incombustible. Éstas último modelo.
Nuestras mujeres que leen, nuestras mujeres
obstinadas, laboriosas, diligentes, cultivadas,
nuestras obras de arte.
My fair Lady.
Estas son nuestra construcción más preciada,
nuestra realidad de ciencia ficción.
Nuestras bien enseñadas, bien deseadas, bien queridas.
Éstas son.
Clasificadas por forma y talla,
por sus fiestas y ritos paganos,
por sus vicios, síntomas y taras.
Nuestras mujeres, estaciones puntuales.
Diosas que sonrien pulsando este botón.


n.m.




viernes, 8 de junio de 2012

Día 26

todas las gracias


ser todas las gracias
de una en una
casi transparentes
casi la misma
los mismos brazos alados
trasladados de cuerpo
como vigas de intercambio

ser el apriorismo del espacio
lo más parecido a una reliquia
obscena y simpática
como la lúbrica luz de la tarde

ser lo que contiene el gas
antes de que prenda
ser lo vertical
en el desierto
la sal esparcida
casa de cuervos
y todo blanco de tan rojo
que nos quieren enseñar


n.m.




Día 25

poesía y palmas

qué lento se abre el mundo
con la carrera del tiempo que dejó pronto la salida
con todos los artistas que ya han muerto
todo son raras circunstancias
y autopistas de peaje

hay quien se aprende nombres de memoria
y quien guarda criaturas mitólogicas en el bolsillo
quisiera bramar poesía y palmas
como si no se necesitara
cierta acústica
ciertas barreras con que choque el sonido
de tobillos con cascabeles
de los gritos ciegos
que nos hacen callar
que sostienen nuestros hilos

n.m.




sábado, 26 de mayo de 2012

Día 24

Para Sara, Patty, Mayte y Rubén.



Como ver respirar a un libro
así es el aliento que necesito,
como el ritmo del pasajero
y el sol de los turistas,
como la piel que nos dejamos
en los éxitos de los ochenta
take on me
como aprendernos el nombre de los pájaros,
las señales de desalojo, el baile de tul
frente a los antidisturbios.
Como el regreso en la sobremesa,
como la astucia de saber guardar bien los mapas.


n.m




Día 23

"La vida actual no puede ser bailada de manera convencional"
Pina Bauch



Deshidrato sin solución de continuidad.

Climáticamente soy un estado
de excepción puramente coreográfico.
Contemplo los límites de cortina
con fácil parsimonia sonámbula.
El tránsito migratorio resuelve
el deseo del hombre de volar
y se hacen lámparas todas las jaulas.

Quien habita primero se repite
en la pared y su pintura
con tantos golpes del baile violento
o de cortar los cables de la luz.

Arregostarse como táctica
para obtener un hueco,
un trozo de máscara nido
o tu abrazo convexo, que me acoge
sin absoluta solución de continuidad.


n.m.


sábado, 12 de mayo de 2012

Día 22

Casi contando los sorbos escupo
toda la infancia a las afueras,
libre de mi pecho y gritando:
Chicharras en verano!

Tan sabido va el discurso de leche
que atraganto los dientes a su paso.
Quiero dejar vacía la nevera,
echarlo todo, echarlo en vano, frío
está el calor de mi regazo,
santo como heridas en las manos.

n.m.






lunes, 7 de mayo de 2012

Día 21

"Estoy sola,
de rodillas, con el alma entera puesta
en la calladas dolencias
de la tuya, mi plegaria de incienso y mirra
se eleva,
traspasada de fervores; es la oración que se reza
solo una vez en la vida;
por los dos, por la quimera
que une entre la distancia nuestras rotas existencias;
es la oración de las almas, (...)"

Ernestina de Chapourcin


Expuesta.
Soy el espacio entre interrogaciones,
la duda evidente, la razonable,
esa incuestionable musicalidad
que deja la pregunta con las fronteras abiertas.
Soy la apátrida, la extranjera,
la sola, sistemáticamente excluida,
soy la geografía de todas las mujeres
y sus ríos de cicatrices,
la reinterpretación de los metrajes,
la acumulación de cuerpos.
Soy la invernadero aduana,
la dársena océano,
la supermercado caverna.
Soy la zona de paso y la juez sin tierra,
soy la violencia pasiva,
la que siempre lo intenta.
Soy la noche del mundo,
la forma, la parcela de vallas caídas,
la matrioska desmembrada,
la matrioska,
la matrioska,
la matrioska,
nuestro lugar es un útero.

n.m.


jueves, 19 de abril de 2012

Día 20

Tienen miedo
a las formas abruptas
a la contraria disposición
de la lógica.
Tienen miedo
al espacio sin fronteras,
a la exasperante
producción de diagramas
no trazados,
a la exhibición frívola
de absoluta libertad.

Trazan líneas,
eso se les dá de maravilla.
Trazar líneas y no presentarse,
trazar rectas y decorar
curvos de alcohol lo indecoroso,
habitaciones de hotel,
conversaciones a medias,
disculpas, excusas,
la perenne marca de quien ignora
a sabiendas inconsciente...

y yo con toda esta culpa
no soy más que otro
de los que no cumple.


n.m.



miércoles, 18 de abril de 2012

Día 19

"De qué sirve, quisiera yo saber, cambiar de piso, (...)"

Jaime Gil de Biedma


“He visto cosas que los humanos ni se imaginan:
naves de ataque incendiándose más allá del hombro de Orión.
He visto rayos C centellando en la oscuridad
cerca de la Puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos
se perderán… en el tiempo… como lágrimas… en la lluvia.
Es hora… de morir”.


Blade Runner




Los besos son posibles.
El entretenimiento tantas veces
estudiado como una práctica.
Un café, una copa, charlas bobas
y las manos ocultando la cara
y la mesa tapando el cuerpo...
Son posibles los besos,
reptiles ahogados, que nos adoran.
Son como anuncios luminosos,
matamoscas.

Llevar pose de estereotipo
todo el tiempo
como si la tristeza no rompiera
costuras y jarrones.

Constantemente hablo de lo que tiene que ver
conmigo,
de lo que no se ve contigo
de mí en la refriega, dentro,
lo ya marchito, guijarro arrugándose,
auto-exterminio frustrado
de farol.
Constantemente.
Peco, he pecado.
Sigo sin decir nada que no tenga
que ver con lo obturado,
saturándose, en llamas de mí.
El asco es la única y verdadera intimidad.
(tú eres un excusa y)
Lo demás son
los caballos sanguinolentos de la concordia.

n.m.



lunes, 16 de abril de 2012

Día 18

Podría considerar algunas cuestiones sin importancia, recogerlas como hilos con los que entretenerse trenzando nada. Así podría escoger el pelirrojo trayecto de inocente vuelta a casa o la ebria noche del domingo como quien pasa distraido la página de un periódico, para hacer de la historia un titular sencillo. Se me ocurre que también podría ser una cama, uno de enero y pies-terraza o un tour de ciudades europeas y aviones. Los aviones siempre le dan cierto aire cosmopolita a los cuentos y a la poesía. No es normal que se caigan, miles de personas los cogen a diario y sin embargo uno no puede dejar de imaginarlos precipitados.

n.m.



domingo, 15 de abril de 2012

Día 17

Ya no sé cómo hacer poemas.
Recuerdo sonidos como milagros
adormeciendo a la gente de sueños.
Sobredosis virtual gratuita.
Y luego, añadidos, algunos nombres:
Korsakof, Cassandra, furia Berserker,
síndrome del miembro perdido.
Y en fila un montón de hijos fantasma
grises y hartos,
como piedras transparentes.

Por mis hijos nonatos prefiero que te vayas,
por el incipiente reclamo que representan tus manos,
por la saliva seca en la comisura de los labios,
por la desolada victoria de la ceguera.

Y porque tengo velcro en las pestañas
y cuerdas abiertas en las muñecas,
envuelto el bachillerato de hiedra,
y territorios derretidos, fiestas
de filosofía y física cuántica.

Ya no sé cómo hacer poemas,
a qué temperatura, en qué cadena,
en qué año gané la copa de ese deporte
escondida de ti, gran primer plano.

n.m.



Día 16

Hace días que no salgo. Hay plomo suspendido en el aire, pequeñas gotas que se clavan como balas en miniatura. El viento llega turbado como si no encontrara la tierra de las promesas. Hago cadenentas de horas, unas me salen rojas como la sangre en El Padrino, otras negras como el alma de la Stanwyck en Perdición. Podría estar encerrada en un cuarto de cualquier ciudad del mundo. Ahora el sol entra por media ventana, nada deslumbrante pero clarificador. Podría repetirme eso de Abril y entonces digo: calla! Y busco el tarareo de cualquier sonido primaveral. Entre risas suelo expresar que lo que más me gusta de esta estación es que después viene el verano. Y el viento sobre todo el viento y esa lluvia rebelde pero sin fuerza y la gracia de las pequeñas flores como escaparates. Hago un recuento de los analgésicos que me quedan, no parecen suficientes.

n.m.

viernes, 6 de abril de 2012

Día 14

Pareciera que estás deseando que escriba de ti

como si eso te encarnara

te hiciera de la materia que gira alrededor de algo

a mucha velocidad, y un simple cambio de trayectoria...


n.m.



lunes, 2 de abril de 2012

Creo, siempre.



¿Y si me quedo sin palabras con toda esta verborrea apolillándose en la claustrofobia de tanto silencio? ¿Y si la realidad es demasiado grande y ya nunca vuelvo a encontrarte? ¿Y si apunté mal las coordenadas? ¿Y si no hay mapas, ni brújulas, ni estrella polar? ¿Y si dejo de creer?
Agarrarme a tus palabras, agarrarme, agarrarme.
No termines de irte nunca, hazme ese favor.



Lo he intentado
lo juro

escondí el bombo
y los platillos,
las castañuelas,
las chácaras,
incluso el papel albal
y las bolsas de plástico
para no hacer ruido
pero el primor de los cascabeles
ah, esos no

guardé el silencio
de feria ambulante
el previo al aplauso
de boca cosida
con las agujas del carmín

pero ya no aguanto
lo juro

si he de recitarte
henchida
violeta y temblorosa
a quemarropa
que así sea

a mares en plena libertad
donde haga falta

vocalizaré tus verbos subversivos
desbrozaré nombres y adjetivos
y si mi lengua se entorpece
volveré a empezar

volveré a recitarte

donde haga falta
lo juro


n.m.


domingo, 18 de marzo de 2012

Día 13

Tomó la costumbre de creer que cuando se descamaban sus manos, ese indicio era prueba de que, inevitablemente, le estaba cambiando la vida; un cambio apenas perceptible en realidad, pero decisivo en su caracter. De todo había de sacar un provecho sencillo, intelectual o sentimental. Con regularidad consulta las cartas del tarot, no se dirige a ningún especialista sino que, en casa, antes de acostarse, se concentra puerilmente en sus preguntas, extiende los naipes en la superficie arrugada de las sábanas e intenta así dilucidar sus posibilidades a través de las decisiones del presente. Las épocas en que no tocaba las cartas suponían un logro, como si hubiera podido librarse de la ansiedad, de la continua obsesión por ese futuro que, tal y como dicen sus propias palabras, "jamás existirá".

Todo en la habitación fue aserrín blanco, no le importó tanto llevar el miedo y el tiempo con él, una cura psiquiátrica capaz de controlar la sensibilidad de este espacio con llantos y sollozos; tales recelos en el claustrofófico ascensor vital. Se diría que padece alguna enfermedad, una tara, un accidente, sospechosa sinestesia ondulante.

n.m.



jueves, 8 de marzo de 2012

Día 12

Fantasea con que se publiquen los cuadernos
-como una indecente travesura,
                                 una burla, un desafío-
con que salga a la luz
la parte enferma,
la cuenca de la mentira,
el sorbo del ego
que mata y mantiene con vida.

Sí, hacemos listas
de libros, de música,
hacemos listas y estadísticas
para enfocar la visión de nuestro reflejo.
y de paso nos agrietamos
y el alud
ARRASA
con toda la violencia en su juicio.



A veces siento que esta condición cínica
es lo único que me sostiene
mientras muero
escasamente todos los días
(mientras) me congelo.
Lo inefable son esos lugares donde
paseo sin fijar
la vista en
nada.
                                                               Como ahora,
sorteo las briznas de hierba
           en                                 una plaza de nueva               construcción
en el descanso
mínimo que me da la tarea
obligada, el trabajo repetitivo
(de manipuladora profesional).

Los surcos de mi cerebro
se ensaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanchan,
a veces creo que no caben más voces.

n.m.



miércoles, 7 de marzo de 2012

Día 11

Creo que la infancia fue un túnel tan profundo que al salir era mayor para apreciar el sol y llevo gafas.

n.m.



sábado, 25 de febrero de 2012

Día 10

Hace sol como tantos días pero no como los otros. He abierto la ventana, desde donde estoy el mamotreto que sostiene el ordenador cansado no me deja ver nada más que por un resquicio ese enredo de sol en la mejilla derecha y ramas flotando con yemas que apuntan que hay días que soy un número redondo, como la parada urgente del café, como la espera de tu sombra en la dársena, como el olor que se escurre en el invierno y nos murmulla: primavera, primavera, priiimaaaveeeraaa!

n.m.



sábado, 18 de febrero de 2012

Día 9

Hay que borrar las huellas, economizar y prender fuego solo una vez para que luego no nos ahoguen las cenizas. Preparar una mudanza llena de apetitos nuevos y volver a los mismos lugares donde aprendimos a no ser los mejores ajedrecistas al caer la tarde. Desaprender las palabras hasta que solo quede tu nombre y un plano de metro señalando el tesoro y la salida.

n.m.


Día 8

Canto al fracaso estrepitoso, al desgarro de hallar alguna esperanza aún prendida. A la inocencia que vuelve como la prehistoria y sus meteoros. Aquí un poema sin colores, con la catástrofe y la riqueza. Aquí los degenerados límites del petirrojo, de la abubilla, las aniquiladoras nubes de estorninos. Aquí vengan chamán o hechicero, cantamañanas o frailes vengan, a rozar la ebriedad de Rilke, Cohen o Dickinson. Canto al fracaso de las cosas que se rompen con ruido brillante, a la vida moral y sus sucias manos enguantadas, al túnel donde entran los valientes. Canto a la posibilidad que por mínima se hace infinita, a la luciérnaga que no paró de volar y se hizo estrella. Canto al ridículo de la ruina, a la soberbia de las reliquias, al ancho trazo de la originalidad y su ironía. A la parsimonia que te compra al mirar atrás y canto al vencido porque solo él sabe como volver a levantarse.

n.m.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Día 7

Llenarse de dolor
es como llenarse de vida.
Tú no entiendes,
dices: no estés triste
cada día hay demasiadas
muertes repentinas.
Yo apenas me agarro aún
a las últimas y tropiezo
para ver si cortan
con sus cristales
mis pies de enredadera.

Sé que hacer con el dolor
que se amontona,
hago filigranas o lo guardo
en los cajones con hojas de laurel.

Ahora la noche me desaloja
por falta de billetes y canciones,
yo me invento penas donde guarecerme:
ausencia, Aracne envenenada,
el mercurio sobrante cubriendo
los dientes de oro que nunca tendré.

n.m.


domingo, 5 de febrero de 2012

Día 6

Hazte boquita de piñón y guarda todo lo que arde en la cerilla de mi oído. Abandona los pipos de las certezas. Impera a tu completo natural, lascivo, liviano, pequeño. Arriesga un decilitro de aliento para soplar al trauma y llevarlo lejos. Espera, silvestre, tu primavera.

n.m.



jueves, 2 de febrero de 2012

Día 5

Quisiera habitar las palabras con la sencilla asociación de: en casa vivo, en casa estoy aún sin pronunciarla. Saberme dentro de este féretro tan a mi medida sin que sea el terreno buscado sino el escogido naturalmente, como el verdadero origen donde todo se mezcla sin que la mentira acampe por llamarlo grandilocuentemente principio. Es cierto que necesito de los grandes términos para el totalitarismo diario, para que cada grupo de horas que divide la media noche sea un punto de indagación o de aventura distinto, un círculo más dentro de todos los concéntricos imaginarios. Ahora comienzo a aniversarte como una novedad vieja, más de trescientas veces anunciada, y me opongo visceralmente a pretender emanciparme del recuerdo pero no anhelo la autocomplacencia o el heroísmo, ni los argonautas ni la correosa espera fueron nunca ningún ejemplo. Pueden ser atronadoras tus ausencias al fin cuando te apareces sonriendo en el muro de mis redes o al mirar hacia delante al atril sin estrenar en que se posan las reminiscencias de otro tiempo. Me aprehendiste a vivir tan suministradora de besos, tan explícita de alma que a veces se me confunde con la que viaja y no reclama techo. No crean, no debería yo creer (en todo caso), que las guerras se ganan de batalla en batalla si quisiera vivir una elegía, pero no es el caso. Convéncete/me, no es el caso.

n.m.



sábado, 28 de enero de 2012

Día 4

Puedo hacerte lo vulgar de tantas formas y en tantos lugares. Aparentar que te devuelvo los besos cuando me muero del asco o envolverte en un líquido suave y caliente. Que ser de esta manera, plácidamente despiadada, no me cuesta nada. El valor brilla como una joya falsa y tanta lujuria solo es una pose, un gesto, el prototipo. Hablan del éxtasis de la realidad y lo comparan con que el frío te toque la piel fina de las ingles, con una bofetada inaceptable o la cómoda posición del sumiso, de la víctima que saca las lágrimas de sus ojos por el talento fácil de la costumbre. Puedo regalarte lo vulgar si es lo que quieres y decir que los delfines son animales preciosos y hacer de las supersticiones otro código de conducta que parezca original. Puedo entregarme a tus brazos obviamente, con vocación de herramienta mecánica, perfecta a tus propósitos y a tus hábitos de consumo. Puedo explicarte mis gustos como quien lee de corrido la lista de la compra y que los creas y los almacenes en tu engañoso disco duro para que quizá en algún inevitable e improbable futuro cotidiano juegues a la plenitud de conocerme. Algo en mí se ríe sabiéndonos tan necios. Las miserias a las que tememos son escenarios tan pulcramente pensados, tan equilibradamente construidos para seducir, para desestabilizar, que a veces el mundo se me hace una ruina de siglos, un pretexto, un prólogo con que excusar la normalidad. La madurez es la comedia del enredo y por momentos invadimos tantos personajes con sus ropas, tantas compilaciones de papeles y de libros. La funcionalidad de estas palabras no debería ser acompasar tu ritmo cardiaco a ninguna música conocida y aún así hay tantos sitios que no conozco y que me intrigan, tantos que cosquillean mi curiosidad, mi flaqueza. Es mezquino darte de lo que me sobra, de lo que fabrico con destreza experta. Darte quizá el abandono de mi jaula como quien al abrir la boca lloviera los desconocidos versos del mundo y solo son palabras repetidas demasiadas veces, demasiado continuo su sonido como para percatarse de su incesante proceder ensordecedor. Que de ti lo que quiero sea el mismo perro y los idénticos silbatos que le mueven es también un problema repetido. Yo no estoy en el libro que te mece cada noche, no voy a darte lo trivial en el primer emplazamiento adecuado para ello, no. Mis pretensiones no son las de dioses inventados. Conozco ese tipo de transacciones y es posible que aunque embaucadoramente certeras en sus resultados no desplieguen nunca la identidad de las respuestas. Así que pudiendo, no voy a darte lo vulgar o el despojo practicable del sexo vacuo. No voy a darte aún el instante del orgasmo o la sustancia de la que dependes. No te trataré como al animal que se redunda sino que quiero hacer de ti mi vaso comunicante.

n.m.



viernes, 27 de enero de 2012

Día 3

La ciudad del comienzo tiene un minibar lleno de botellas vacías y cáscaras secas de naranja. Se dice que el aire comprimido es una masa tan pesada como las historias de gatos en los inviernos cálidos. Hay algo parecido a la caída libre en la posibilidad de domicilio itinerante, en quien refugia sus pies fríos entre el pelo de las ardillas de Hyde Park, luego querrías llevártelas a casa pero ya tarde, en la cama, cuando las mandíbulas rozan las palabras por inercia es probable que muerdan las orillas de los muebles o la arquitectura líquida de las sombras. Decía que la ciudad del comienzo contiene al serrucho y al escombro como quien sostiene una antorcha o bebe té aproximándose al protocolo oportuno a la hora correcta en que se detienen los relojes, así escondidos. Es probable que no haya sitio para los poemas intimistas o para las razones de convertirse en esa herida, en esa valiente herida que se muestra y dice puta y dice todas las demás palabras malsonantes, una tras otra, y después siempre hay quien las celebra y aplaude como si nunca hubiera visto a un pájaro cagar una solapa y únicamente esa mujer poeta, chincheta brillante. Es difícil caminar en dirección opuesta y decidir no encontrarse en un espejo de teclas que no suenan demasiado melódicas y es cierto, estás en lo cierto, la ciudad del comienzo lleva la niebla en los bolsillos como quien lleva caramelos que echarse de vez en cuando a la boca o alimentarse de las libélulas que zumban en Madrid, añorando un río grande donde nunca aparecerá el hombre civilizado. Y ya lo he hecho, eso de nombrarte que es como nombrar mi nombre en Normandía, no más de una o tres veces al día, y aparecer plagada de señuelos. Quería hablar de la ciudad del comienzo y decir que es una planta a media tarde, un centauro, una estilográfica, las cuarenta y ocho horas de un abrazo o el camerino donde siempre disfrazados se anudan muestras de cariño a la conciencia, pero aparece este pequeño planeta constantemente persistente, violento y tornasolado, con esta alarma de espanto subiéndome los humos. Llegados a este punto la ciudad del comienzo se disipa como la prórroga de un acantilado y luego queda, tan solo, acurrucarse en sus trágicos atisbos de esperanza o recordar llorar de vez en cuando ante un plato de carne.

n.m.

domingo, 15 de enero de 2012

Día 2

De haber estado alguna vez en una montaña de niebla ahora no sospecharía que el aire no es del todo saludable. Hago malabarismos con el no entender y la realidad como si fueran la misma pelota que se repite en las manos según se mueven solas, por la inercia aprendida. No entender, no entender, no entender... hasta que la palabra queda sin su significado, huérfana de hambre y de alimento. A veces el silencio es como decir levemente que quiero volver a estar entre las sábanas que abren tu terraza, tu terraza grande por la mañana cuando las preguntas y el mundo aún tienen demasiado sueño y no nos aniquilan con su fuerza de perro de presa. No me resulta verosímil el buen trato, la compañía hospitalaria, el alunizaje de tus besos. La costumbre es un sicario que hace muy despacio su trabajo. Algo me dice que si espero un poco más volveran las hebras de cardo a enredarse entre los dientes.

n.m.


domingo, 8 de enero de 2012

Día 1

Encontrar el hilo de mi madeja tras los golpes acompasados. La secuencia entre la fuerza y la templanza. Ese sueño esquivo y juguetón. Los pasos taconeados de la ilusión turista. Vuelta a los barcos de humo. Quien toca las cuerdas juega con la marioneta.

n.m.




sábado, 7 de enero de 2012

La trampa capicua

Para vivir un año es necesario
morirse muchas veces mucho
Ángel González


La nostalgia métrica que por pura inercia. Las fiestas patronales de los martes. Reencontrar los grupos crecidos y criados. La pecera. La fallecida manbread's daugther. Coordina como puedas. Conocer a la niebla marinera en pleno centro de Madrid y abrazarla. Nace una estrella (del rock). Despropósito en la habitación 523. Ilusa ilusión de invasores alienígenas. Caperucita en Malatesta. Paseos en motoso por Madrid. Cigarros en la cocina marcando el verso. Psicomaga ríe en la habitación de al lado. Haciendo de anfitriona llegan todas las demás y es el comienzo. La flaca avisa: verás la bala en su cabeza. Pío pinta. Nada que no pueda soportar. Enreversados. Todas las camisas que puede llevar puestas un miércoles cualquiera. Taxis que llevan al desnudo ecléctico, además la lluvia y las patitas de metal. La Lou y Syl, mucho más que dos. Inaugura subida al tacón. LVRed. Los lobos no se lloran, nos graban en la memoria. Desayunar un perrito en el Nebraska, una lámina de "No pasarán", un cachorro de velocirraptor. Dos golpes de un plumazo y por sorpresa. Aguanieve en los tanatorios de la periferia. Sin tregua como si todo lo que empieza fuera a estallar tarde o temprano. Fotógrafa final. Tus gafas, tu gorra, tu sonrisa, toda esa congoja y el último abrazo en la calle Libertad. El diluvio que te lloramos cuando te llevó a la ciudad definitiva. Y luego un sol irónico como si nos mandaras un guiño, una última postal de ti, los tuyos. Despedida y cierre. Recordarte ya todos los días como si no. Como si más cerca. Incluso. Aún. Alfileres en los nísperos. Sacar los pies de la pecera. Y menos mal que llega Positiva a salvarme. Expo erotico-voltáica. Mendigar cañas como poeta loco. Alberto Pérez  si bu dí bu da bada ba dá bada baa pitu pi turru cum. Segunda presentación y homenaje, renegada. 15M oteando en el meollo. El órdago de la flaca. Susto. Diagnóstico: mandarina cerebral. Hospital segundo domicilio. Incertidumbre. Madrid despierta sin que algunos puedan verlo. Escapar de noche tras la hora de visita al grito de silencio. Gintonics con el Ruso. Ritos fraternos con zapatos a juego. Miedo a la orfandad adulta y a la lluvia que todo se lo lleva. Cirugía de nubes y claros. El sol siempre es la esperanza. Y ya es junio recuperándose lentamente. Poetrastos en papel. Un banco frente a una iglesia, los tres sentados, los chupachups. Las amigas que ponen todo de su parte para que estés espectacular partiendo de nada de donde sacar. El bodorrio pardo. Ser tía en enero. Con una pájara linda en una azotea con piscina y soñar en voz alta a los tejados. Todo es lento. Arte postal. Los vidrios del cadalso, la primera vez como cristales que suenan colgados en la playa. La segunda vez y sus pompas, sus aullidos, su quemar lento siete veces arriba, sus granos de café en los jardines de palacio. Cogollitos en Los Austrias. Cine en Casalac. Clamores de poetrastos. Inicios de crítica feroz. Desviar todas las rotondas. Cumpleaños de superhéroes: las conchas, las capas, las risas, las pistolas, los abrazos, los duelos, el agua. Abrazárboles en el Jardín Botánico. Paseos y sesiones de fotos. Asambleas y manifestaciones. Correr delante de los de azul. Las agallas. Las rutas puerta a puerta. Último reducto montero donde refugiarse. El mural y casasueños. La Ruvia, la pelirroja y la entreverá. La ansiedad, los llantos, los cambios repentinos de personalidad. El constante pulular entre la realidad y la demencia. Moléstenla solo para darle de comer. Comidas de marqueses con Pepe. El Inverso su gente y la chica del un, dos, tres. Gafapastas. La tienda de cuentos infantiles. Trabajar para el lado oscuro. Besos this is the end, darte una canción como un libro, una palabra, una guerrilla... como si diera el amor. Manifestarse no por casualidad. Caer en la cuenta que quizá fuiste tú durante tanto tiempo y se pasó, se nos pasó. Perfilar "Para enfrentar batallas que me alejen". Miércolesdecine. Los salones de té. Viaje de vinilos, delicatessen, pasear el otoño por donde los castillos y los toros, las fotografías, la catana, arco y flechas, musgo, quereres de animales de chimenea. Poeta invitada. Los gineceos. Las tertulias a tres. Reconciliarme con la habitación 523. Inerte de Dardem. Las vistillas desde una demente ventana. Y volver siempre donde los lobos aúllan a recuperarse, a languidecerse de puros juncos que se doblan sin romperse. Peligroso asomarse al interior del templo del gato. Amanecer en "La habitación de las mujeres". Fumando a medias con Cifuentes, Terán y Rosenthal. Chocolatada de invierno. Showroom de In-puntadas y ponerme todos los sombreros. Tu invitación a Londres y zapatos rojos para terminar el año.



n.m.